John K. Triantafillidis, Filippos Georgopoulos y Emmanuel Merikas
Muchos pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal utilizan terapias alternativas, principalmente probióticos y simbióticos, para controlar esta afección intestinal. A pesar del uso generalizado de estas terapias naturales por parte de los pacientes, los proveedores de atención médica pueden no estar familiarizados con los probióticos como modalidad de tratamiento. Esta revisión describe la justificación para el uso de probióticos en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal activa o inactiva, su(s) mecanismo(s) de acción y estudios clínicos controlados recientes en los que se ha explorado la eficacia de los probióticos, prebióticos y simbióticos en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal activa o inactiva. Ciertos probióticos, en particular E. coli Nissle 1917 y una mezcla de múltiples agentes VSL#3, pueden beneficiar a los pacientes con CU o reservoritis, mientras que LactoBacillus rhamnosus GG parece menos útil. En general, los probióticos muestran potencial para la aplicación terapéutica principalmente en la reservoritis y en menor grado en la CU, mientras que sus efectos en la terapia de mantenimiento para EC han sido mucho menos prometedores. Si bien existen indicios de beneficios cuando los pacientes con colitis ulcerosa utilizan terapias bacterianas, los tamaños de muestra pequeños y las debilidades metodológicas en los diseños de los estudios requieren que se realicen estudios adicionales antes de que los probióticos o simbióticos puedan recomendarse de manera rutinaria en la práctica clínica.