Raquel Faun Fairhurst
Víctimas de abuso infantil y la correlación entre la identidad propia y la revictimización en la edad adulta. En primer lugar, se analiza el TEPT complejo y cómo las alteraciones neurológicas provocadas por el trauma afectan la regulación. Al explorar el afecto como una característica destacada de la desregulación emocional, que es una característica subyacente del trastorno límite de la personalidad (TLP) (Hall, 2016), se destacan diferentes trastornos del apego que surgen del abuso interpersonal y cómo se correlacionan con las alteraciones de la identidad. Además, analizaré la visión comparativa del TLP como una recreación del trauma en lugar de un trastorno de la personalidad, al tiempo que se destacan los grupos de síntomas superpuestos del TEPT complejo.
Van Dijke ha señalado que el trauma y el TEPT complejo a menudo comprometen la regulación afectiva (Van Dijke et al 2001), debido a alteraciones en el desarrollo neurológico de los niños. Un trauma en la primera infancia puede generar una activación anormal del eje HPA que conduce a una secreción excesiva de cortisol que induce hiperreactividad (Wieland, 2015). Con el tiempo, esto aumenta la sensibilidad al estrés (Wieland, 2015) y los niveles bajos de cortisol pueden conducir a una intolerancia a los pensamientos intrusivos cuando se experimenta estrés (Wieland, 2015).
Para completar el taller, he esbozado tres etapas para el tratamiento del TEPT complejo e incluyo un marco estratégico multimodal para abordar los cambios neurológicos al trabajar con la desregulación emocional y el TEPT complejo. Soy consciente de que actualmente no existen directrices en los manuales DSM5 o ICD10 ni en la propuesta ICD-11, por lo que he recurrido a una amplia investigación de un grupo de expertos internacionales.