Michael Wright
Antecedentes: Los autoinyectores de epinefrina (adrenalina) se recetan cada vez más para el tratamiento de emergencia de reacciones alérgicas graves. Existe una incidencia cada vez mayor de administración involuntaria de estos dispositivos, por lo general en un dedo. La epinefrina digital tiene peligros teóricos de isquemia y gangrena y se han recomendado múltiples intervenciones para el tratamiento de estas administraciones involuntarias de epinefrina.
Objetivo: Esta revisión sistemática de la literatura examina la evidencia disponible sobre las inyecciones digitales no intencionales de epinefrina, con el fin de recomendar un tratamiento adecuado.
Métodos: Se realizaron búsquedas sistemáticas en bases de datos electrónicas (Medline, EMBASE, Scopus), selección de referencias y búsqueda de citas anteriores. Aplicación de criterios de inclusión y exclusión: Se resumieron los hallazgos de los artículos incluidos y se analizaron los datos.
Resultados: Esta revisión de la literatura encontró material publicado limitado sobre el tema. Se han publicado cuatro estudios observacionales (estudios de cohorte retrospectivos) y siete series de casos, junto con varios informes de casos individuales. Los datos describieron la recuperación completa de casi todos (más del 99%) de los pacientes expuestos a una inyección digital de epinefrina mediante autoinyector, independientemente del tratamiento. La mayoría de los pacientes no recibieron tratamiento farmacológico. Los informes de casos sugieren que la recuperación puede ser más rápida con el uso de fentolamina o terbutalina subcutáneas que con la observación o el tratamiento conservador. Un pequeño número de pacientes (de una base de datos y una serie de casos) sufrieron efectos a largo plazo o graves por la inyección digital de epinefrina.
Conclusión: Cada vez hay más pruebas que sugieren que la inyección accidental con un autoinyector de epinefrina puede tratarse de forma conservadora en la mayoría de los casos. Las pruebas hasta la fecha sugieren que el tratamiento conservador (observación y/o calor local) dará como resultado una recuperación completa en la gran mayoría de los pacientes. El tratamiento con fentolamina o terbutalina inyectadas localmente parece revertir rápidamente la vasconstricción. Ha habido una pequeña cantidad de informes de recuperación incompleta. Esta evidencia limitada debe interpretarse con cautela debido al posible sesgo de selección y la clasificación errónea. Se necesitan más investigaciones experimentales observacionales y aleatorizadas para determinar cuándo está indicado el tratamiento farmacológico y si mejora los resultados del paciente. La educación del paciente y del cuidador sobre el uso adecuado de los dispositivos autoinyectores individuales es la mejor prevención para estos eventos.