Hend Riahi, Ekbel Ezzedine, Meriem Mechri Rekik, Zied Jlailia, Mouna Chelli Bouaziz y Mohamed Fethi Ladeb
Las infecciones de tejidos blandos son relativamente comunes en la práctica clínica y algunas de ellas se consideran urgencias quirúrgicas que pueden poner en peligro la vida. La infección puede afectar la grasa subcutánea, la hipodermis y la fascia superficial, lo que provoca celulitis, o extenderse al músculo o la fascia profunda, lo que da lugar a fascitis necrosante o piomiositis. También pueden verse afectadas las bolsas sinoviales o las vainas tendinosas. Los agentes implicados con mayor frecuencia son Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes , pero también pueden observarse infecciones específicas como la tuberculosis o la equinococosis. La ecografía puede considerarse una modalidad de diagnóstico por imágenes de primera línea para las infecciones de tejidos blandos después de las radiografías para localizar el proceso dentro de un músculo (p. ej., piomiositis), una bolsa sinovial o una vaina sinovial. También puede utilizarse para guiar la aspiración con aguja de una acumulación anormal de líquido. Este artículo revisa los hallazgos ecográficos en las infecciones de tejidos blandos y enfatiza el papel de la ecografía en el tratamiento de estas afecciones.