Nikolai Petrovsky
Cuando se habla de vacunas, la mayoría de la gente piensa en la inmunización contra enfermedades infecciosas infantiles. Sin embargo, en los últimos años, los usos que se les están dando a las vacunas se han ampliado drásticamente más allá de las aplicaciones tradicionales para enfermedades infecciosas. Las vacunas que se encuentran actualmente en desarrollo preclínico y clínico tienen como objetivo la prevención o el tratamiento de una amplia gama de enfermedades no infecciosas, entre ellas el cáncer, las alergias, el asma, la diabetes, la artritis reumatoide, el lupus, la hipertensión, las enfermedades cardíacas, la obesidad, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson e incluso la adicción a la nicotina y la cocaína. En su mayor parte, estas vacunas tienen como objetivo inducir anticuerpos neutralizantes contra antígenos extraños o propios, bloqueando así su actividad y su capacidad de inducir enfermedades. En este comentario se analizan los principales avances clínicos en el área de las vacunas no convencionales y se identifican algunos de los desafíos clave que deben superarse para que las vacunas no convencionales avancen hacia el éxito médico y comercial.