Clara Torrellas, Juan Carlos Carril y Ramón Cacabelos
Introducción: La hipertensión arterial, que afecta al 35% de la población, se destaca como el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares con la mayor tasa de mortalidad a nivel mundial. Sólo un pequeño número de pacientes con hipertensión arterial consigue controlar eficazmente su presión arterial (PA) con el tratamiento farmacológico adecuado. La farmacogenética, como herramienta para identificar polimorfismos asociados a la respuesta terapéutica antihipertensiva, podría ayudar a reducir este problema.
Objetivos: Presentamos un estudio epidemiológico de la prevalencia de la hipertensión y su tratamiento farmacológico para demostrar la tasa de error que pueden cometer los médicos cuando desconocen el perfil farmacogenético del paciente.
Método: La muestra estuvo formada por 1115 individuos, de los cuales 332 cumplían criterios de hipertensión arterial. Se registró la prescripción de medicamentos de cada paciente antes de su visita al Centro de Investigación Biomédica EuroEspes y se analizó su perfil farmacogenético.
Resultados: Alrededor del 30% de los pacientes eran hipertensos, de los cuales sólo el 40,4% recibía un principio activo para el control de la hipertensión. Entre ellos, CYP3A4/5 y CYP2C9 eran las principales enzimas metabolizadoras. Los antagonistas de los receptores de angiotensina II, seguidos de los agentes bloqueadores del calcio y los antagonistas beta-adrenérgicos fueron las categorías de fármacos prescritos con mayor frecuencia. Sin embargo, el 61% de los pacientes hipertensos no tomaban agentes antihipertensivos adecuados para su metabolismo según su idiosincrasia genética. Además, la tasa de error más alta se determinó para CYP2C9.
Conclusión: La introducción de cambios en el manejo de la hipertensión en la población española podría ser útil para promover la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial de una manera más eficiente. La integración de las pruebas farmacogenéticas en los procedimientos clínicos de rutina podría optimizar la respuesta terapéutica, guiando al médico en la elección del fármaco antihipertensivo correcto y la dosis correcta. El control de la PA surge como un área de especial interés para evaluar la validez y utilidad de las pruebas/intervenciones farmacogenéticas.