James D. Hess
Objetivo: Se han realizado pocas investigaciones sobre cómo se pueden aplicar en la práctica las conductas asociadas con la inteligencia emocional para mejorar los procesos de innovación tanto individuales como grupales. El objetivo de este artículo es identificar enfoques prácticos para la aplicación de las habilidades de inteligencia emocional a la complejidad del proceso de innovación. Además, las conductas que se identifican con mayor frecuencia con la inteligencia emocional se pueden aprender y aplicar de manera práctica para mejorar la calidad general de los procesos creativos e innovadores. Diseño/Metodología/Enfoque: Se utilizan los cuatro elementos esenciales de la inteligencia emocional y sus 20 competencias conductuales asociadas de Goleman y Boyatzis et al. para desarrollar una metodología para la aplicación práctica de las habilidades de inteligencia emocional a la innovación. Se describe una serie de preguntas, observaciones y pasos de acción para mejorar la conciencia de la inteligencia emocional, así como la utilización de las habilidades de inteligencia emocional para mejorar los procesos de innovación. Hallazgos: Las organizaciones y los individuos pueden beneficiarse del desarrollo y la utilización de conductas atribuidas a la inteligencia emocional. La aplicación práctica de las habilidades de inteligencia emocional puede mejorar los procesos y resultados de innovación individuales y grupales. Originalidad/Valor: La aplicación práctica de las habilidades de inteligencia emocional se convierte en una estrategia para el desarrollo de la capacidad del individuo y de la organización para evaluar el impacto y las consecuencias de la innovación, mejorando simultáneamente la calidad y la eficacia del proceso de innovación.