Amy L. Parkhill
La mucositis y la estomatitis orales se caracterizan por dolor, inflamación y enrojecimiento de la cavidad oral. En el caso de la mucositis, también se produce ulceración. A pesar de que se han estudiado poco, estos síntomas son algunos de los efectos adversos más preocupantes, y sin embargo comunes, asociados con el tratamiento del cáncer. La incidencia de estas toxicidades es muy variable según los factores de riesgo relacionados con el tratamiento y el paciente. Sin embargo, la mayoría de los regímenes de tratamiento del cáncer conllevan cierto riesgo de esta toxicidad. La presencia de mucositis o estomatitis puede provocar una disminución significativa de la calidad de vida del paciente debido al dolor intenso y la incapacidad de comer o beber. Estas toxicidades también pueden afectar negativamente al resultado general del tratamiento del cáncer, lo que lleva a reducciones de dosis y retrasos en el tratamiento. Aunque todavía no se comprende el mecanismo, el rápido aumento del número de terapias dirigidas contra el cáncer disponibles en el mercado ha aumentado el número de pacientes que experimentan toxicidades orales. Las toxicidades causadas por agentes dirigidos son menos graves que las causadas por agentes anticancerosos convencionales, pero debido a los programas de dosificación prolongados, aún pueden conducir a disminuciones significativas en la calidad de vida. La patobiología de la mucositis oral es un proceso complejo de cinco fases. Implica lesión, activación de enzimas y factores de transcripción, regulación positiva de genes de citocinas, inflamación/daño tisular y curación. Estos procesos no solo involucran a las células de la mucosa oral, sino también a los fibroblastos y células del tejido conectivo circundantes. Una mejor comprensión de los mecanismos que subyacen a la mucositis oral y la estomatitis facilitará el desarrollo de estrategias efectivas de predicción, prevención y tratamiento.