David Penington
Lamentablemente, una buena legislación para el nuevo sistema también ofrecía al Ministerio de Salud un poder sin precedentes para controlar el uso de procedimientos de diagnóstico por parte del personal especializado de los hospitales públicos de toda Australia en sus consultas privadas. Medicare siguió adelante y la investigación logró limitar ese poder por considerarlo una intrusión inapropiada, al tiempo que reconocía la obligación profesional de frenar el uso irresponsable de pruebas costosas mediante una gestión clínica eficaz.