Chikerema Arthur Fidelis*
El presente trabajo es una investigación crítica sobre la influencia de la política sucesoria en la administración estatal en África, con referencia a Zimbabwe. El trabajo desentraña los límites interactivos y las superposiciones conceptuales de la política sucesoria y la administración estatal en África. La transición de poder en cualquier panorama político promueve la remodelación de la arquitectura política y la funcionalidad del aparato gubernamental del estado. Esto se debe a que el desempeño del gobierno es un resultado de procesos y dinámicas políticas que influyen en la gobernanza en una entidad política. El liderazgo político determina la composición de la estructura administrativa. En caso de una transición, los líderes políticos suplantan al aparato administrativo, para asegurar la compatibilidad ideológica. La transferencia regular del poder ejecutivo es la prueba principal de estabilidad en el sistema político de una nación. Sin embargo, en muchos países africanos, los líderes han mostrado una trayectoria consistente de enmiendas a las constituciones estatales para prolongar su permanencia en el poder. Este estudio se basó en dieciocho entrevistas cualitativas en profundidad realizadas con informantes clave utilizando la técnica de muestreo intencional, complementadas con una extensa revisión de documentos. Los encuestados pertenecían a miembros del Ejecutivo, miembros del Parlamento, centros de estudios, Politburó, Comité Central, partidos de oposición, burocracia/secretarios permanentes de gobierno de los ministerios, academia y sociedad civil en Zimbabwe. Los hallazgos del estudio muestran que la política sucesoria en África se asemeja a la dominación ejecutiva, el egocentrismo, poderes de designación excesivos, agravados por la falta de un marco institucional de sucesión que socava la independencia profesional de la burocracia, lo que inhibe la búsqueda de una gobernanza integral. Los hallazgos también aíslan inequívocamente a Zimbabwe como víctima de factores políticos, sociales e históricos que exacerban el dilema sucesorio. En sus recomendaciones, el documento sostiene que el desafío sucesorio que enfrenta el continente con referencia a Zimbabwe siempre acechará las tendencias sucesorias y la administración receptiva, a menos que se instituyan reformas de base amplia para desmantelar los legados históricos incrustados en los sistemas políticos.