Lyn Colvin, Barry NJ Walters, Andrew W Gill, Linda Slack-Smith, Fiona J Stanley, Lolkje TW De Jong-Van De Berg y Carol Bower
Antecedentes: Los efectos directos de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) en el feto son difíciles de determinar, ya que estos medicamentos se administran generalmente a mujeres que presentan embarazos de alto riesgo. El objetivo de este estudio fue proporcionar una descripción general de los patrones de dispensación, las características demográficas y los resultados del embarazo de las mujeres a las que se les dispensó un IECA durante el embarazo. Métodos: Los embarazos expuestos fueron todos los nacimientos en Australia Occidental, 2002-2005, donde a la madre se le dispensó un IECA bajo el Esquema Australiano de Beneficios Farmacéuticos, en comparación con todos los demás nacimientos durante el mismo período. Resultado: De 2002 a 2005, hubo 96.698 nacimientos en Australia Occidental. Al menos una forma de IECA se dispensó a 95 mujeres embarazadas (0,1%) y a otras 677 mujeres embarazadas (0,7%) se les dispensó un medicamento antihipertensivo que no era un IECA. Las mujeres a las que se les prescribió un IECA en el primer trimestre tenían más probabilidades de ser obesas (ORa 33,4; IC del 95 %: 19,5-57,2), de tener diabetes gestacional (ORa 2,6; 1,3-5,4), de tener un parto prematuro (ORa 2,8; 1,4-5,6) y de haber fumado durante el embarazo (ORa 1,9; 1,2-3,0). Los hijos de mujeres a las que se les prescribió un IECA tenían más probabilidades de tener un defecto congénito importante (ORa 2,6; 1,3-5,2). El riesgo de un defecto congénito urogenital importante (ORa 4,8; 2,0-11,7) era mayor. Conclusión: Aunque los IECA están contraindicados, a las mujeres embarazadas se les siguen prescribiendo estos medicamentos. Este estudio proporciona un perfil de estas mujeres y sus resultados del embarazo. En las últimas etapas del embarazo, se observó un claro cambio en el patrón de administración de IECA en estas mujeres. A un mayor número de mujeres se les administraron IECA durante el primer trimestre, seguido de una marcada reducción en la administración en el segundo y tercer trimestre. Aunque el número de niños afectados es pequeño, nuestros datos sugieren que puede surgir un mayor riesgo de defectos urogenitales con el uso materno de IECA en el primer trimestre.