Robert Trey Evans*
A partir de investigaciones cuidadosamente documentadas por los científicos y de las observaciones cotidianas del público en general, resulta evidente que el clima de la Tierra está cambiando, y para peor. Las temperaturas en todo el mundo, el nivel del mar, los desastres naturales, que aumentan constantemente y afectan negativamente a nuestras vidas de diversas maneras, es igualmente evidente que es necesario encontrar soluciones para manejar estos cambios, denominados colectivamente “cambio climático”, y una de las que se está considerando en particular es el espacio exterior. Pensar en hacer del espacio exterior un nuevo hogar para la sociedad y aventurarse a planetas a kilómetros y kilómetros de la Tierra con la intención de habitarlos también es ciertamente posible para nosotros los humanos, dado el asombroso progreso que ha logrado la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) a lo largo de los años; sin embargo, un obstáculo importante que la NASA tiene que superar para convertir esas posibilidades en realidad es su sistema alimentario. Explicando brevemente lo que es un sistema alimentario, se trata de un sistema compuesto por personas y sus interacciones entre sí en relación con la cadena alimentaria, que es el cultivo y la cosecha de alimentos, su seguridad para el consumo mediante el procesamiento, su posterior transporte a otras plantas de procesamiento o minoristas, su venta y, finalmente, su consumo y eliminación. Volviendo al sistema alimentario de la NASA, el problema es que sólo durará unos 18 meses en el entorno del espacio, que es verdaderamente único con sus peligros como los rayos cósmicos, la radiación solar y la microgravedad. Sabiendo esto, la NASA, y otros a través de asociaciones, han estado llevando a cabo una serie de estudios sobre su sistema alimentario, con estudios que abarcan temas como cómo se cultivan y procesan los alimentos del sistema, hasta cómo se envasan los alimentos del sistema, el tema de este artículo escrito como una revisión de la literatura. En ese sentido, esta revisión de la literatura tiene tres objetivos: uno, guiar a los lectores a través de, y discutir, los principales materiales y tecnologías utilizados por la NASA en el envasado de alimentos para misiones espaciales, comenzando con aquellos durante las décadas de 1960 y 1970; dos, hacer lo mismo para aquellos durante las décadas de 1980 y 2000; y tres, hacer lo mismo, una última vez, con materiales y tecnologías que se están desarrollando y considerando para su uso en futuras misiones espaciales de la NASA.