Entesar Hanan, Vasudha Sharma, FJ Ahmad
El membrillo ( Cydonia oblonga Miller) es una fruta de pepita simple que promueve la salud y pertenece a la familia de las rosáceas. Es originaria de Irán y Turquía. En la India, su producción se limita a Jammu y Cachemira y Himachal Pradesh. El membrillo es una fruta baja en grasa y se considera una fuente rica de compuestos bioactivos, especialmente antioxidantes y compuestos nutricionales. Varios estudios han revelado que la fruta del membrillo es una fuente natural buena y de bajo costo de ácidos fenólicos y flavonoides, y contiene una gran cantidad de polisacáridos de la pared celular que lo convierten en una fuente potencial de fibras dietéticas y pectina. Además, es una fuente abundante de minerales como potasio, fósforo y calcio. La composición fitoquímica del membrillo también se ha investigado ampliamente. Contiene una cantidad considerable de ácidos cafeoilquínicos, varios kaempferol y glucósidos de quercetina. El membrillo se ha utilizado tradicionalmente como fruta medicinal. El estudio etnobotánico reveló que el membrillo se ha utilizado para tratar el dolor de garganta, la tos, la neumonía, el malestar intestinal y las enfermedades pulmonares. También se han descrito otros efectos, como antiséptico, hepatoprotector y antiinflamatorio. El membrillo es un fruto astringente y duro, lo que lo hace incomestible si no se procesa. Por ello, el membrillo mejora si se procesa para elaborar diversos productos, como caramelos, mermeladas, jaleas, etc. El membrillo también se ha utilizado para enriquecer muchos productos, como cervezas y yogures, debido a sus propiedades aromáticas y funcionales. Además de este mucílago de semilla de membrillo, también se puede utilizar un hidrocoloide como agente de carga y espesante en productos alimenticios. Por tanto, se puede decir que los múltiples efectos del membrillo en términos de nutrientes, fitoquímicos y antioxidantes lo convierten en una opción posible tanto para la industria farmacéutica como para la alimentaria.