Hemand Aravind
La alimentación juega un papel muy importante en la vida de cada persona. No sólo nutre el cuerpo, sino también la mente y nos convierte en lo que somos. En esta era de la globalización, términos como "nutracéuticos", "alimentos funcionales", "alimentos para el bienestar", "alimentos medicinales", "alimentos farmacéuticos", etc., están cobrando mucha importancia y han sido muy bien descritos y valorados. Entre ellos, los "nutracéuticos ayurvédicos" son los principales contribuyentes a los productos. Lamentablemente, la falta de un programa de estandarización y la mala costumbre de adulterar y purificar las materias primas hacen que la parte de producción sea un poco más débil. Con la difusión del Ayurveda en Occidente, también han aparecido en el mercado innumerables productos ayurvédicos: aceites de masaje, tés, cosméticos, complementos alimenticios y preparados a base de hierbas. La cuestión de la calidad de los productos está absolutamente justificada, en parte porque los medios de comunicación ya han informado en varias ocasiones sobre defectos de calidad (por ejemplo, contaminación por metales pesados, residuos de pesticidas, etc.). En tal situación, la calidad y uniformidad de los nutracéuticos sólo se puede lograr mediante buenos procedimientos de estandarización. Junto con la estandarización, el uso sensato de instrumentos y tecnología como el HRMS ayuda a reducir el tiempo que se invierte en detectar pesticidas y otros contaminantes tóxicos en las materias primas. La estandarización de productos en los mercados nacionales e internacionales garantiza que el mismo producto, consistente en todos sus aspectos, esté disponible para los consumidores, sin necesidad de considerar su ubicación real.