Las convulsiones neonatales son los ataques epilépticos que ocurren desde el nacimiento hasta el final del período neonatal. También se conoce como convulsiones neonatales. Estos difieren de los de niños mayores y adultos. Los síntomas incluyen tónica, desviación horizontal de los ojos con o sin sacudidas, parpadeo o aleteo de los párpados, succión, golpeteo u otros movimientos orales, bucales y linguales, movimientos de natación o pedaleo.
Las convulsiones neonatales o convulsiones neonatales son ataques epilépticos que ocurren desde el nacimiento hasta el final del período neonatal. El período neonatal es el más vulnerable de todos los períodos de la vida para desarrollar convulsiones, particularmente en los primeros 1 a 2 días a la primera semana desde el nacimiento. Pueden ser eventos de corta duración que duran solo unos pocos días. Sin embargo, a menudo significan un mal funcionamiento o daño grave del cerebro inmaduro y constituyen una emergencia neurológica que exige un diagnóstico y manejo urgentes. La prevalencia de convulsiones neonatales es del 1,5% y la incidencia global es de 3 por 1000 nacidos vivos. La incidencia en prematuros es muy alta (57-132 por 1000 nacidos vivos). La mayoría (80%) de las convulsiones neonatales ocurren en los primeros 1 o 2 días hasta la primera semana de vida.